Generalmente cuando oímos hablar del Amazonas, lo primero que se nos viene a la mente es su río del mismo nombre, o las grandes extensiones de selva virgen que le hacen merecer el seudónimo de "pulmón del planeta".
Pero en realidad, aparte de toda esa hermosura geográfica, El Amazonas también significa un centro de riqueza cultural que tiene su asiento en las diversas comunidades autóctonas. Así vemos que el llamado Arte Popular o Folklórico, tiene todo un espectrum de colorido y diversidad inigualable, creado no por una élite determinada, sino por todos los miembros de las propias comunidades. El Arte, parte de la subsistencia cotidiana, pasea abiertamente y de forma espontánea de generación a generación y entre todos los aspectos diarios de la vida: máscaras a dioses con elementos de la naturaleza -plumas, colmillos de animales, ramas, pieles, etc-, máscaras y utensilios decorados para bodas, ceremonias religiosas, eventos especiales; coronas, collares, tobilleras y manillas de plumas de pájaros, nácar o piedras preciosas; tejidos de fibras y algodón; tallas de madera, objetos de cerámica, en fin, una increíble colección de inapreciable valor.
Antes de la llegada de los europeos a la zona, ésta contaba con aproximadamente tres millones y medio de habitantes... pero hoy, debido a la explotación irracional de los recursos naturales, la pobreza, las enfermedades y otros males sin control, ha mermado notablemente la población autóctona y se considera que sólo existen alrededor de unos doscientos mil individuos.
En informe de Arts of the Amazon, editado por Barbara Braun, se explica cómo los Yanomamos fueron brutalmente atacados por la nueva avalancha de inversores pues se había descubierto uno de los más ricos depósitos de oro y diamantes del mundo. Esto trajo como consecuencia el desplazo de los aborígenes, la contaminación de las aguas por el mercurio, la introducción de la malaria y el asesinato de familias enteras en los asedios y desalojos.
A través de un esfuerzo por recuperar parte de lo ya perdido y salvar al Amazonas del creciente desastre, los científicos y organizaciones ecologistas han expuesto en todas las tribunas la necesidad de respetar El Amazonas y considerarlo como un santuario... y advierten que "la muerte del Amazonas, no es sólo la muerte de varias culturas amazónicas, sino también la aceleración de la muerte de la tierra misma".
Subestimar toda la potencialidad creativa de estos pueblos, lo necesario de la existencia de este alucinante templo sagrado, es no tener un mínimo respeto por lo que Dios creó para nuestro beneficio. Según Adam Mekler, autor del prefacio de Artes del Amazonas, "los Kayapó, tribu del norte de Brazil, cultivan docenas de plantas que crecen armoniosamente, domestican animales, clasifican insectos, emplean métodos naturales contra las plagas y practican la medicina naturalista con excelentes resultados." Esto indica la capacidad de estos pueblos de convivir armoniosamente con su medio, de establecer una forma balanceada de interacción con el medio que hace mover el ecosistema a un nivel de estabilidad indiscutible. Por eso es reprochable no apoyar la integridad de ese regalo ofrecido quizás sin merecerlo, pues aún la lucha por mantenerlo íntegro no ha sido suficiente.
Ahora sólo me queda recomendarles este precioso libro de Barbara Braun, Arts of the Amazon, que posee una amplia explicación del tema y 192 ilustraciones, 148 de ellas a color. Si no lo adquiere para usted, es recomendable para su biblioteca particular que de seguro heredarán los que quizá nunca tendrán la oportunidad de ver en el Mapamundi el nombre del Amazonas. Al menos, podrán imaginarse dentro de sus odiosas escafandras cuando todavía en la tierra se respiraba frente a un hermoso atardecer.
C. K. Aldrey (c) 1999
Pero en realidad, aparte de toda esa hermosura geográfica, El Amazonas también significa un centro de riqueza cultural que tiene su asiento en las diversas comunidades autóctonas. Así vemos que el llamado Arte Popular o Folklórico, tiene todo un espectrum de colorido y diversidad inigualable, creado no por una élite determinada, sino por todos los miembros de las propias comunidades. El Arte, parte de la subsistencia cotidiana, pasea abiertamente y de forma espontánea de generación a generación y entre todos los aspectos diarios de la vida: máscaras a dioses con elementos de la naturaleza -plumas, colmillos de animales, ramas, pieles, etc-, máscaras y utensilios decorados para bodas, ceremonias religiosas, eventos especiales; coronas, collares, tobilleras y manillas de plumas de pájaros, nácar o piedras preciosas; tejidos de fibras y algodón; tallas de madera, objetos de cerámica, en fin, una increíble colección de inapreciable valor.
Antes de la llegada de los europeos a la zona, ésta contaba con aproximadamente tres millones y medio de habitantes... pero hoy, debido a la explotación irracional de los recursos naturales, la pobreza, las enfermedades y otros males sin control, ha mermado notablemente la población autóctona y se considera que sólo existen alrededor de unos doscientos mil individuos.
En informe de Arts of the Amazon, editado por Barbara Braun, se explica cómo los Yanomamos fueron brutalmente atacados por la nueva avalancha de inversores pues se había descubierto uno de los más ricos depósitos de oro y diamantes del mundo. Esto trajo como consecuencia el desplazo de los aborígenes, la contaminación de las aguas por el mercurio, la introducción de la malaria y el asesinato de familias enteras en los asedios y desalojos.
A través de un esfuerzo por recuperar parte de lo ya perdido y salvar al Amazonas del creciente desastre, los científicos y organizaciones ecologistas han expuesto en todas las tribunas la necesidad de respetar El Amazonas y considerarlo como un santuario... y advierten que "la muerte del Amazonas, no es sólo la muerte de varias culturas amazónicas, sino también la aceleración de la muerte de la tierra misma".
Subestimar toda la potencialidad creativa de estos pueblos, lo necesario de la existencia de este alucinante templo sagrado, es no tener un mínimo respeto por lo que Dios creó para nuestro beneficio. Según Adam Mekler, autor del prefacio de Artes del Amazonas, "los Kayapó, tribu del norte de Brazil, cultivan docenas de plantas que crecen armoniosamente, domestican animales, clasifican insectos, emplean métodos naturales contra las plagas y practican la medicina naturalista con excelentes resultados." Esto indica la capacidad de estos pueblos de convivir armoniosamente con su medio, de establecer una forma balanceada de interacción con el medio que hace mover el ecosistema a un nivel de estabilidad indiscutible. Por eso es reprochable no apoyar la integridad de ese regalo ofrecido quizás sin merecerlo, pues aún la lucha por mantenerlo íntegro no ha sido suficiente.
Ahora sólo me queda recomendarles este precioso libro de Barbara Braun, Arts of the Amazon, que posee una amplia explicación del tema y 192 ilustraciones, 148 de ellas a color. Si no lo adquiere para usted, es recomendable para su biblioteca particular que de seguro heredarán los que quizá nunca tendrán la oportunidad de ver en el Mapamundi el nombre del Amazonas. Al menos, podrán imaginarse dentro de sus odiosas escafandras cuando todavía en la tierra se respiraba frente a un hermoso atardecer.
C. K. Aldrey (c) 1999
Para ver video del Amazonas, con excelente música:
2 comments:
EXCELENTE, MAJISIMA!
No había visto este mensaje. Muchas gracias!
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