8/23/20

Amigas mías



                                                                                                                  Ellas son entrañables

 como las velas para los espíritus.

 

Oración ante mi altar

 

 

Amigas mías

que están en los cielos:

no pudieron cambiar el mundo,

las querían ciegas

los que lamían el tiempo

para robar su caudal.

No cambiará, amigas mías,

para ustedes será siempre azul

desde el nirvana supremo

aunque el sol se trague la atmósfera

una mañana de recuerdos

que quizás sirvieron

para mantenernos vivos.

 

Al menos fuimos compañeras gentiles

de limonadas y café

en aquél portal donde los dioses descansaban

después de largas jornadas infructuosas.

Ustedes soñaban con florestas imposibles

que languidecían poco a poco,

yo con libertades lejanas.

 

Te recuerdo Inésmaría

en el momento de conspirar y reir.

Te recuerdo Dulcemaría

en el momento de amar y huir.

Te recuerdo Sara

en el momento de agradecer y respirar.

 

Amén.


(Imagen: La casa del Vedado donde crecí.

La foto la tiró Karen Yelin a petición mía cuando estuvo en La Habana)