Los chicos de la flor
Te das cuenta
que no puedes hacer nada
y el día gris
es solo una astilla
que vuela incansable
que el misterio
es de papel y tinta
porque la historia reincide
y hay que contarla
para exaltar las falacias
y empolvar los fracasos
que los amaneceres
no te pertenecen
ni el pájaro azul
el techo o la ventana
que los mismos caminos
son recorridos
una y otra vez
por los que escapan
invaden
amparan
regresan
renuncian
sueñan
y después desaparecen
que una copa de sal
es lo mismo que una de agua o de vino
porque el sabor está incrustado
en tu escenario circunstancial
y te satisface o disgusta
de acuerdo a la aflicción o al gozo
que el sur es el norte
y abril es diciembre
que el verano es invierno
y la verdad y la mentira
herramientas del pensamiento
para apuntalar ilusiones.
Te das cuenta
que caminar hacia adelante
es caminar hacia atrás
y subir una montaña es bajarla
que nadar es ahogarse
y huir quedarse enquistado
que eres volátil
un náufrago extraterrestre
perdido en la niebla
un pez de nube y granizo
la cerca que has construido
toda tu vida
sin saber a ciencia cierta
para qué servía.
Te das cuenta que tiemblas
porque la realidad
es entelequia sumergida en la sangre
y los pulmones la beben insaciables
para despertar tus ansias
y empujarte a la abnegación
o al egoísmo
que el corazón se agota de amar
y los huesos de maldecir
y tu sexo relincha
por los campos elíseos
mientras persigue a las meigas
y se entrega al abismo.
Te das cuenta que los mares
no son orillas ni puentes
navíos ni trayectos
oleaje embravecido ni sereno
sino una mancha azul
que cuando te alejas
se hace más pequeña
y más pequeña
y más pequeña
hasta convertirse en un punto
de hermosa insignificancia
que se traga el universo
con la codicia de un avaro.
Te das cuenta
que no eres real.
Video y poema:
Carmen Karin Aldrey
No comments:
Post a Comment