En Overtown hay una calle donde
alimentan a los gatos
por media cuadra alguien echa comida
seca
y luego por encima otra que es húmeda.
La hilera de esperanza parece una línea
de tren
que se va perdiendo en el horizonte
donde las guitarras golpean
y las armónicas desentierran el pasado.
Los portales tienen el color sepia de otros tiempos
allí los ancianos cuentan episodios
de cuando corrían detrás de los trenes
huyendo del crudo verano en las plantaciones
con los bolsillos vacíos
y el alma rebosante de blues...
take a little teasing brown
mama… just to pacify my soul
Lord I don't feel welcome… eee
no place I go…*
Nunca he logrado verle el rostro a quien
cada día
se apiada de esos gatos callejeros
y agradece al destino el no tener una
conciencia de piedra
sino de manantial inagotable
con sus lirios cabizbajos bañados por
filantropías
sus clamores lejanos que la brisa
describe
en abismales pentagramas
con esa mixtura mágica de voces y
maullidos
huidas y versos coagulados
rostros prisioneros y pies sangrantes
rieles que sostienen la carga de
grilletes antiguos.
Los gatos de Overtown saltan de los
techos
al llamado de las ofrendas
que alivian heridas y consuelan su
orfandad…
son como deidades que la vida eterniza
con la mirada perdida en las alas
entrañables de un ángel...
C. K.
Aldrey | 06-30-17
Photo by Devian
*Milk Cow Blues by Arnold
Kokomo
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