9/6/21

Yo también me encontré en el camino


 

Yo también me encontré en el camino

y no me reconocía.

Contigo supe lo que era perderme.

Un día desperté en una acera

me pasaban por encima las palomas

señores apresurados vestidos de invierno.

Apenas recordaba que el sol llegaba cuando amanecía.

La Nora entrañable se había ido para siempre

me quejaba como una niña secuestrada por demonios.

Las pérdidas destrozan

los pasos se convierten en piedras

sangra el recuerdo en avalanchas de fuego.

Hay que aprender a cantar –decía.

Perder la fe enmudece, yo no podía.

Veía a Dios como una nube que se disuelve

un altar vacío y silencioso en Puerta del Ángel.

Caminaba sin rumbo... estaba en Madrid.

Como animal herido que la manada deja atrás

para morir a solas

fui asumiendo la realidad poco a poco.

El blanco grisáceo de la escarcha

ennoblecía los bancos del parque.

El aroma a café salía de los bares

me arrastraba a la inexorable supervivencia…

 

De mi poemario “Eclipse”.

Obra: “Las ventanas del Califa”, pigmentos y acrílico sobre tela, C. K. Aldrey


2 comments:

Anonymous said...

Morir, resucitar, seguir adelante, darte un abrazo.

Soligregario said...

Muchas gracias.