“…to have the desire and the need to live
Yo
pecador
el
hombre que sale
a
romper vidrieras
y
embarra las puertas
con
insignias metafóricas
invocando
al exterminio
de
otros hombres
el
que se retuerce y maldice
y
se encoge como un feto
cuando
la ira lo revuelca
en
el barro de su inconciencia
el
que usurpa las tribunas
y
adormece multitudes
con
su discurso metálico
y
después se enjuaga las manos
mientras
sonríe con cinismo
el
que ha sido embrujado
por
la ilusión del último Avatar
y
espera pacientemente
el
fin del mundo
mientras
sus dedos sangran
y
los dioses lo abandonan…
no
soy más que un infeliz
un
pobre diablo trashumante
asido
al eslabón perdido
ese
neurótico parido
entre
pañales de plástico
por
una estatua postmodernista
que
solo sonríe
cuando
en la pantalla anuncian
comerciales
color de rosa.
Yo
el
confundido
el
frívolo
hombre
hambriento de poder
atrapado
en rascacielos
y
ciudades de humo…
hombre
que patea
gatos y perros y niños vagabundos
sin
importarle el hambre
que
padezcan…
de
vez en cuando rescato una memoria
me
exprimo las neuronas y las aliño
con
naranjas transgénicas
y
me sigue pareciendo el mar
tan
azul como en épocas pasadas.
Yo
el
genocida
la
antítesis
el
óxido
ya
no sé lo que es la desnudez
ya
no sé lo que es la paz
ya
no sé lo que es la guerra
siento
que vendí mi corazón
en
uno de esos mercadillos
donde
la gente va en busca de rebajas
¿pero
cuánto vale un corazón vacío?
C.
K. Aldrey
07-22-2014
Foto:
C. K. A.