11/11/21

Allí estuvimos Raquel


A mi padre.

A Raquel y Lucita, sus hermanas por convicción.

 

 Allí estuvimos, Raquel

sin miedo ni agonías cuando el mar era reflejo

de nubes azuladas y garzas viajeras.

Los peces saltaban a la orilla con su radiante pureza.

Veíamos pasar las horas en paz

la leña consumirse, el fuego apagarse.

Nuestros ojos quedaban atrapados

en el misterio de las luces lejanas

con su presagio de caminos sin regreso 

duelos irreconciliables.

No fuímos a Bremen a pesar de soñarla

no pudimos escupir la piedra maldita

nunca ser hipnotizados por sus campanas.

La veíamos desde lejos, cerca del corazón 

bajo los techos de la ciudad imposible

en el perfecto instante de morir.

Tuve a tu voz entre mis brazos mientras volaba  

hacia el extraño pentagrama de Glockenspiel House

donde la brisa rendía culto a nuestra existencia.

Mis pies se negaban a regresar...

 

 C. K. Aldrey

(foto:/Raquel (sentada) y Lucita / mi mamá con su sobrina Ana/ tía Carmita/ 

photo by Emilio López Aldrey/1944)

9/6/21

Yo también me encontré en el camino


 

Yo también me encontré en el camino

y no me reconocía.

Contigo supe lo que era perderme.

Un día desperté en una acera

me pasaban por encima las palomas

señores apresurados vestidos de invierno.

Apenas recordaba que el sol llegaba cuando amanecía.

La Nora entrañable se había ido para siempre

me quejaba como una niña secuestrada por demonios.

Las pérdidas destrozan

los pasos se convierten en piedras

sangra el recuerdo en avalanchas de fuego.

Hay que aprender a cantar –decía.

Perder la fe enmudece, yo no podía.

Veía a Dios como una nube que se disuelve

un altar vacío y silencioso en Puerta del Ángel.

Caminaba sin rumbo... estaba en Madrid.

Como animal herido que la manada deja atrás

para morir a solas

fui asumiendo la realidad poco a poco.

El blanco grisáceo de la escarcha

ennoblecía los bancos del parque.

El aroma a café salía de los bares

me arrastraba a la inexorable supervivencia…

 

De mi poemario “Eclipse”.

Obra: “Las ventanas del Califa”, pigmentos y acrílico sobre tela, C. K. Aldrey


Uno de los mejores films de Ciencia Ficción que he visto: Blade Runner


 

8/26/21

Historias de amores clandestinos


 

Historias

de amores clandestinos

en cada piedra cada árbol

en cuerpos que nacen

para ser albergues pasajeros

con sus grotescas demandas

su apasionada fragilidad.

Rostros que deambulan    

a través de pasillos discretos

ocultos por brazales y mantillas.

Almas sin riendas

cabalgando sobre bestias míticas

que escriben sus vivencias en la arena

para ser borradas por las olas.

He dejado de contar esas historias

quien no las vivió

no puede escucharlas.

El escozor instintivo las mutila

en infieles escenarios

las revela por túneles anónimos

como si fueran falacias

que un día saltan al vacío

desde alturas bíblicas.

Tristes historias de amor

recordadas frente al mar

cuando oscurece.

Dulces historias de amor

que añoran la materia ausente

cuando el sol desaparece.


Poema y foto: C. K. Aldrey

Shanise cantaba como los ángeles


 

Shanise cantaba como los ángeles

su piel era oscura y sedosa

me recordaba la tonalidad de un eclipse

cuando se impone a la enigmática constancia.

Cada domingo miraba al cielo con los párpados cerrados

decía que detrás de las nubes volaban sus hermanos muertos.

Nunca sabía en dónde estaba Shanise.

De vez en cuando viajaba a través de los mares

su voz conmovía los corazones en todas las casas de Dios

donde siempre la esperaban duendes ancestrales

cientos de niños sedientos.

Cuando regresaba gemía a las galaxias lejanas

el otoño cubría el patio de hojas anaranjadas y melancolía…

yo la miraba y ella besaba mis ojos

desnudaba mis ansias de pez con su hambre.

Entre mis brazos Shanise era real

nuestro eco gritaba en las entrañas

encendía las estrellas cada noche de encuentros furtivos.

Estábamos vivas.

Los disparos y las sirenas se adueñaban

de las calles de Compton.


Poema y foto: C. K. Aldrey

No me perseguían los cuervos

 


Madre

no me perseguían

los cuervos

me perseguían

los hombres.

Y mi padre… ¡tan lejos!

Solo con su desesperanza

intentando olvidar

las penas del encierro…

imaginando un beso.


Poema e imagen: C. K. Aldrey


8/18/21

Mi vecina habla con las paredes


“Y otra vez… por los siglos de los siglos

con un cansancio tan viejo como las ansias de amar

que se disfraza de sueño…”

(Elena Iglesias)

Mi vecina habla con las paredes

cuelga de su cuello el rosario de la primera comunión.

Tiene una amiga espectral que canta zarzuelas

se llama Soledad, desanda con ella por los pasillos del edificio

la enloquece con sus lamentos amargos

me duele la espalda… este encierro me recuerda

a Ceiba del Agua…  Dios mío… qué callados están todos…

Escucho su letanía desde mi propio laberinto  

no acepta el deterioro, la fugacidad, las ausencias

todos los días se despide de la vida, se aferra a la añoranza.

 

Abre y cierra la puerta, la abre y la cierra

cientos de veces sale y entra

camina apoyándose en las paredes con la mirada inalterable 

la veo empujando sus fantasmas con esfuerzo.

Cuando me la encuentro le digo: vecina ¡qué linda está hoy!

Quiero verla sonreír, que limpie el salitre de sus pies

y cuente alguna historia romántica

de cuando la perseguían mozos gentiles

que bailaban cantándole al oído hasta robarle un beso

la promesa de amarlos para siempre.

 

Mi vecina no se detiene nunca

escala montañas, vuela a donde nadie llega

no para hasta que siente hambre o cae la noche

con su silencio de estrellas extinguidas…

sus sombras.


C. K. Aldrey

(De mi poemario "Eclipse")

Obra: "Old woman seen from behind", Vincent Van Gogh


6/20/21

A Sergio









Sergio: 

agradecimientos infinitos.


Estoy segura de estar allí,

en esa azotea donde la mirada se pierde.

Desde su altura observo el triángulo que une

a Humboldt con Belascoaín, esa larga y bulliciosa calle

que incansablemente busca al mar.

Llegan los amigos de antaño, el colorido de sus vestimentas,

llegan los recuerdos. Vienen y se van con las olas.

Los edificios brillan en la tarde azulada,

por sus pasillos caminan los espíritus del ayer.

Alguien toca a la puerta,

cuando abro me saluda la imagen sonriente de Sergio,

despejado como una nube viene oliendo una flor,

dice que va a enseñarme La Habana entre dos aguas,

me muestra el mapa esencial que nos llevará a pasadas existencias.

Bajamos las escaleras sin prisa ni melancolía,

estamos de regreso a la vastedad del tiempo,

sin escombros, sin miedos, sin extraños laberintos,     

me siento libre y respiro,

me siento libre y abrazo a las palomas

que escapan más allá del cielo y la tierra.


Sergio me cuenta que por esas calles

nacieron sus primeros idealismos,

le digo que los míos alguna vez quedaron atrapados

entre los muros de Empedrado y Monserrate,

cuando él apenas acababa de nacer.

Respiramos hondo, le pedimos al silencio que no hable,

sabemos que las llagas queman.

Mira las baldosas –me dice- se ven las huellas de tu madre

al salir de la ducha… mira a tu hermano con su carrito de madera…

Señala a lavanderas en su ardua cotidianidad,

balseros alejándose de la costa, la sagrada Virgen de la Caridad,

a José Martí caminando apacible por San Isidro

seguramente yendo al encuentro de Anamely y su blanca esperanza,

al aguador en su bregar cotidiano,

al limpio y sereno ideal de bailarinas sin arrogancia,

a la Muerte victoriosa cantando su pregón.


Cuando regresamos del mundo ya ha anochecido.

Nos despedimos en la puerta, subo las escaleras absorta, huelo a salitre.

Ya en la azotea vislumbro la luz inconmovible del faro,

escucho el bramido lejano del océano.  

Imagino a Sergio sentado en el Malecón

dibujando las visiones, pintando los sueños.

Antes de ir a dormir acomodo su catálogo en el librero,

me despido agradecida de sus aguas.

 

Carmen Karin  Aldrey


Foto:  “Entre dos aguas”, hermoso catálogo que recoge las obras del artista Sergio Chávez Bonora, editado por Bluebird Editions, 2021.

Comentarios: Anamely Ramos González, Gustavo Valdés, 

Osvaldo Hernández Menéndez, Oscar Fagette y Reinaldo García Ramos

Coordinación y edición: Reinaldo García Ramos

Diseño gráfico y maquetación: George Riverón  

 

2/27/21

Me dicen que todo está bien...



Me dicen que todo está bien

¡vano consuelo!

Sus miradas se pierden

en las nubes

no llegan hasta mí

como quisiera...

son cuchillos que atraviesan

mi cansancio

no alivian el martirio

de la ausencia...

 

C. K. Aldrey

2/27/2021 

1/24/21

Una espina cruza la calle



Una espina cruza la calle

la persiguen pétalos blancos

la espina hiere al mendigo

los pétalos besan su sangre.

poema/obra/imagen/c.k.aldrey


 

8/23/20

Amigas mías



                                                                                                                  Ellas son entrañables

 como las velas para los espíritus.

 

Oración ante mi altar

 

 

Amigas mías

que están en los cielos:

no pudieron cambiar el mundo,

las querían ciegas

los que lamían el tiempo

para robar su caudal.

No cambiará, amigas mías,

para ustedes será siempre azul

desde el nirvana supremo

aunque el sol se trague la atmósfera

una mañana de recuerdos

que quizás sirvieron

para mantenernos vivos.

 

Al menos fuimos compañeras gentiles

de limonadas y café

en aquél portal donde los dioses descansaban

después de largas jornadas infructuosas.

Ustedes soñaban con florestas imposibles

que languidecían poco a poco,

yo con libertades lejanas.

 

Te recuerdo Inésmaría

en el momento de conspirar y reir.

Te recuerdo Dulcemaría

en el momento de amar y huir.

Te recuerdo Sara

en el momento de agradecer y respirar.

 

Amén.


(Imagen: La casa del Vedado donde crecí.

La foto la tiró Karen Yelin a petición mía cuando estuvo en La Habana) 

 

7/7/20

Poemario Luna Roja





"Me complace presentar el video premiere del poemario “Luna Roja”, de Carmen Karin Aldrey. Un premio para mí el trabajo de edición y publicación. Lo he disfrutado mucho porque no sólo fue una lectura metódica de sus páginas, si no que terminada la edición, su lectura continúa seduciéndome. He ingresado a la narrativa y he sido parte de ella, como cuando de niña tenía la facultad de entrar a los libros y vivir las historias. Con Luna Roja he sido, desde la propia luna lumbrona y sediciosa, pasando por gato de overtown, espíritu de Mata-Hari, un chico en Kinlay House riéndole al destino, Martha Jane, Halle Berry…, hasta llegar ser “un animal que mira a las estrellas”. Si ahora mismo digo quien soy, estaré pensando que soy un yo enriquecido que ha bebido la poción hechizada de unas páginas y que lo hice caminando hacia el pasado, el puente sobre las aguas del Shannon, mientras la luna roja escapaba entre las nubes."

María Eugenia Caseiro


7/6/20

Oh... sí...




Oh... sí...
todavía los días son muy hermosos
incluso si llueve
eso no ha cambiado.
Por la ventana
entra el polvo ferroso de Calima
el Sol sigue siendo ese astro intocable
que alimenta los árboles y nos ayuda a existir
la Tierra no se detiene
sigue amando a la Luna
y con ella morirá algún día.
Los poetas hablan y hablan
los científicos hablan y hablan
los dioses hablan y hablan
las selvas hablan y hablan...
¿quiénes
-aparte de los mismos de siempre-
los escuchan?
Recuerdo cuando el cerebro era una esponja
y el corazón un almacén de latidos
ahora ambos se han ido de viaje
están cada vez más lejos
decidieron esconderse entre las brumas
para olvidar los fracasos.
Por suerte mis perros saben hablar
me consuelan con la mirada cuando despierto
saben que nos iremos juntos
hacia la inexistencia.
El mar se desvanece en el tiempo
evita el fastido
de respirar entre paredes.  


C.K.Aldrey / foto c.k.a.

El tren la noche




El tren la noche
tu cabeza y mi hombro.
Extraños perfectos sin historia
¿para qué perder el tiempo
con vanas abstracciones
del pasado?
Las manos sin miedo
abren la ventana
en el primer resuello
de la madrugada.
¿Tenemos hambre?
¿Seudónimos?
¿Estamos sedientas?
Diana cazadora
de muelles
y aeropuertos
mis dedos te dicen quién soy.
Erase una vez un tren
que huía hacia el West
érase la luna…  

C. K. Aldrey / foto c.k.a.



Después de unos meses...




Después de unos meses
en plena exacerbación de los sentidos
de virulencias y conspiraciones anestesiantes
las criaturas con rasgos humanoides
surgieron de sus madrigueras subterráneas
y establecieron el nuevo orden.
Las estatuas desaparecieron
la Historia fue encerrada
en el sótano de museos sin puertas ni ventanas
la independencia dejó de existir.
Todos
absolutamente todos
los sobrevivientes del planeta
lucieron victoriosamente sus cuerpos verdes
semejantes a las aguas estancadas.
Arrodillados dieron las gracias
al nuevo dios que había surgido
de las profundidades hirvientes de la tierra. 

C. K. Aldrey / foto c.k.a.

6/10/20

El dolor es invisible



El dolor es invisible.

Te comprendo, Ismael.
Esa noche huías entre los arbustos
y una lanza detuvo tu fuga.
Te arrastró la corriente mansamente
amaneció tu cuerpo en las arenas del Irharhar.
¿Alguien escribió tu nombre en una piedra?

Te comprendo, Lídice.
La cárcel no es buena para nadie
mucho menos para ti
tan frágil y romántica
tan idealista y friolenta.
La nieve pegada a las rejas de tu encierro
te elevó una noche al vacío.
¿Apareció tu imagen en los diarios?

Te comprendo, Aurora.
Así como tu nombre 
fuiste la primera luz 
que entró a los reinos del olvido.
¿Quién te recuerda?
¿Quién enciende una vela a tu inexistencia?

Te comprendo, Fermín.
Los tiburones hicieron contigo un festín majestuoso
se comieron tus manos
tu guitarra
los sueños de grandeza y glamour
la bondad infinita de tu alma.
¿Echan flores al mar los ángeles?


C. K. Aldrey
6/10/2020
Foto/dig/c.k.a.