12/17/16

Desde la península y las islas hasta Aleppo



Llego a la parada del autobús y empieza a llover
Hay viento
las nubes negras se asemejan  
a esos demonios de los comics
Ráfagas violentas chocan contra los paneles
chispas muy finas me humedecen el rostro y las piernas
pasan algunos camiones a gran velocidad y el agua de los charcos me salpica
Estoy arrinconada
incómoda
siento deseos de insultar a la lluvia
gritarle eres inoportuna y fría
como aquella vieja chismosa del CDR
Estoy sola por tanto nadie puede ver
la mirada torva que pongo ante hechos desagradables
Llega un señor con una silla
que pone encima de uno de los bancos
tiene el pelo empapado
es canoso y de piel oscura muy arrugada
su aspecto es de homeless
me dice que viene de la farmacia y que tiene neumonía
está con fiebre
tose y tose
le pregunto si no tiene sombrilla
me responde que se la robaron
La silla es la típica silla de bar
alta y de patas blancas
el señor
-que además está sin afeitar-
huele fuerte y viste con ropa sucia
se saca del bolsillo un periódico viejo
y empieza a secar la silla con veneración abstraída
su delicadeza tiene la música suave del silencio
en sus ojos el amor despunta cuando le dice
qué silla tan linda eres
y pensar que estabas tirada en la calle
Yo cierro los ojos
he decidido ser feliz
trato de concentrarme en el sonido de la lluvia cada vez más copiosa
ya no me importa que el apuro de los camiones me empape los pies
ni que mi rostro se llene de gotitas fangosas
veo el pasado
estoy en el patio jugando con mis hermanos bajo el aguacero
mamá grita desde la puerta que la merienda está lista
y nos espera con toallas para secarnos
llegamos al portal chorreando diluvios
mientras reímos reímos reímos
y el tiempo es una fruta que se abre y suelta su jugo sobre la hierba
En eso siento el autobús que frena en la parada
con chirrido metálico y escandaloso
abro los ojos
me dispongo a subir la escalerilla
imagino que el señor tomará otra ruta pues se queda en la parada
pero le pregunto ¿no va a subir?
me responde que él vive cerca y sólo está esperando a que escampe
Entonces le doy mi sombrilla
me dice no de ninguna manera… ¿cómo usted va a hacer eso…
después con qué se tapa?
Entonces le respondo
no es para usted es para la silla
y él la toma
se abraza a la silla y después de darme todas las gracias del mundo
sale caminando calle abajo alegremente
La sombrilla baila
veo a Gene Kelly y Debbie Reynolds  singin’ in the rain
la lluvia les canta
La chofer del autobús sonríe y espera a que me siente
antes de proseguir su viaje
Relampaguea
cierro los ojos nuevamente y me quedo dormida
Donde la aridez espanta
los niños mueren bajo el fuego del infortunio.

Carmen Karin Aldrey
12-17-2016


Foto: Miriadna