Salvajes los cuerpos
que esquivan las piedras
salvajes sus llagas invisibles
solo ellos saben
cuantas agujas perforaron
su fragilidad
cuantas de sus venas
fueron lastimadas
en cada punzada.
Salvajes los que cauterizan sus heridas
y se entregan a la vida con
persistencia
mientras abandonan en el camino
la pesada carga del miedo.
Salvajes
feroces cuerpos que se arrancan
las pústulas del pesar
y suben escaleras inclinados
hasta alcanzar el rellano
de la clemencia y el descanso
guerreros sin armaduras ni lanzas
desnudos como los árboles
bestias sobrevivientes
azotadas por la sed
en desiertos inmensos
donde las voces son arrastradas al
silencio
y criaturas impredecibles
se esconden bajo la arena.
Cuerpos
indómitos
cubiertos de heridas
y caricias olvidadas
que persiguen quimeras
y ascienden
por pendientes
y paredes vacías
que saltan al abismo
con los brazos abiertos
para aprender a volar
cuerpos
cuerpos
cuerpos
artífices de esperanzas
cautivos del límite
efímeros.
C. K. Aldrey
(De su libro inédito “Numeria: veinte
sentencias apocalípticas”)
Photo: C. K. A. ©
07-28-2015