11/11/21

Allí estuvimos Raquel


A mi padre.

A Raquel y Lucita, sus hermanas por convicción.

 

 Allí estuvimos, Raquel

sin miedo ni agonías cuando el mar era reflejo

de nubes azuladas y garzas viajeras.

Los peces saltaban a la orilla con su radiante pureza.

Veíamos pasar las horas en paz

la leña consumirse, el fuego apagarse.

Nuestros ojos quedaban atrapados

en el misterio de las luces lejanas

con su presagio de caminos sin regreso 

duelos irreconciliables.

No fuímos a Bremen a pesar de soñarla

no pudimos escupir la piedra maldita

nunca ser hipnotizados por sus campanas.

La veíamos desde lejos, cerca del corazón 

bajo los techos de la ciudad imposible

en el perfecto instante de morir.

Tuve a tu voz entre mis brazos mientras volaba  

hacia el extraño pentagrama de Glockenspiel House

donde la brisa rendía culto a nuestra existencia.

Mis pies se negaban a regresar...

 

 C. K. Aldrey

(foto:/Raquel (sentada) y Lucita / mi mamá con su sobrina Ana/ tía Carmita/ 

photo by Emilio López Aldrey/1944)