La
silla está vacía
espero
la mañana
y
hay un rostro en la cama
que
no es el mío
es
ella que regresa
para
recordarme que la puerta
no
tiene cerrojo
que
el techo se está pudriendo
y
cualquiera puede romper
el
cristal de la ventana
meter
la mano y robarme
las
pocas cosas que amo
lo
que sobrevive.
No
es mi cabeza
la
que se acuesta a descansar
ni
son mis pies
los
que sobresalen de la sábana
es
el murmullo
la
voz discreta del ánima
que
me ha reconocido
en
la distancia
a
pesar de mis olvidos
el
tiempo sin regreso.
No
sé si existimos
si
la tos es mía o de ella
si
es cierto el mar su aroma
veo
la flor abrirse
en
el altar donde las velas
sueltan
chispas bronceadas
y
el falso diamante resplandece
como
un cometa a la deriva.
Estamos
vivas otra vez
en
sintonía con el vacío
nos
inclinamos a la fuente
de
la inexistencia
y
bebemos de su agua estancada
sin
poder saciar a plenitud
esa
sed que viene de tan lejos
con
sus palabras de antaño
los
abrazos inconclusos.
La
mañana me arrebata las sombras
solo
veo nubes de lluvia
ocultando
el viaje indetenible
de
la luz hacia la nada...
tu
rostro que se esfuma.
C.
K. Aldrey
09-11-2013
Foto: c.k.a.
1 comment:
Ale!
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