Hablar
contigo
sigue
siendo extraño
todo
se parte y se aproxima
como
las rocas
de
un meteoro
lo
más insignificante desaparece
lo
inverosímil perdura
(ese
diálogo de muertos
tan
secreto y suicida)
incluso
la realidad
cede
al encanto
de
ilusiones pasajeras
(la
ilusión de la vida
su
piel transitoria)
aquellos
que volaban
no
son más que espectros
clamando
indulgencia
y
los que no tenían alas
permanecen
clavados
en
la entelequia de los tiempos
soñando
con volar.
Pero
a quién le digo
todas
estas cosas
quién
me responde
tú quizás
o
ella (la mala que era magistral
cuando
me hacía cosquillas
con
el pincel made in China)
o
Marcel
(el
gato de mi amiga francesa
que
cagaba los zapatos
de
sus amantes)
todos
muertos
enterrados
o quemados
todos
de ceniza y papeles viejos
todos
idos…
pero
es a ti a quien dirijo
la
saeta envenenada
sin
eufemismos
ni
palabrería barroca
sin
timidez ni miedo
cuando
abres la puerta
el
monólogo se desvanece.
C.
K. Aldrey
06-17-2014
(Foto:
C. K. A.)
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