No
soy de aquí ni de ninguna parte
mi
isla se encuentra
más
allá de esta ciénaga llena de boas
que
tampoco pueden ostentar nacionalidad
ni
el linaje perdido.
Me
trajo la causalidad
en
un avión equivocado
después
de haber sido arrinconada
bajo
techos ajenos.
Miro
a los lados y no me veo.
Como
los patos al salir del estanque
me
sacudo la no pertenencia
que
aprendí en una clase de conjuntos
cuando
me perseguían espías
vestidos
de civil
por
calles oscuras y silenciosas
donde
también aprendí a esconderme
mientras
mordían mis talones
la
precaria ambivalencia
el
estar y no estar y el saberme
lejos
de mi centro
como
ahora como desde hace mucho.
Lo
que perdí fue sin esperarlo
la
renuncia resarció en parte
la
fuerza de mi grito al huir
estoy
llena de escamas y anzuelos
me
han atravesado lanzas
que
iban a otra dirección
y
estuve en el medio de la guerra
con
el pecho desnudo
esperando
con paciencia una bala perdida.
No
soy de ninguna parte
no
habito en ningún lugar
ni
siquiera me llamo como al nacer
se
han olvidado de mi las leyendas
que
mi madre contaba en las noches
para
hacerme sabia y resistente.
Se
murió en la espera esa esperanza
de
regresos quiméricos
que
alguna vez fue sostén de mi cansancio.
Por
eso no me digas que resido
en
el soplo de humo denso
que
se dispersa con facilidad
y
me hace ver más allá -donde no estoy-
rostros
que no rozan los míos
ni
bocas que me hablan
con
el lenguaje puro de las bestias.
No
estoy allí ni acá floto como las nubes
y
me lleva el viento a donde nadie
puede
alcanzarme.
Solo
espero el vacío que es mi lugar
el
estallido de luz que me devuelva
a
lo que fui al comienzo de todo.
C.K.Aldrey
08-27-2013